Una reciente sentencia de un tribunal chino marca un importante avance en el ámbito de la ley de derechos de autor, especialmente en lo que respecta a las imágenes generadas por IA. El Tribunal de Internet de Pekín determinó que una colección de imágenes creadas por inteligencia artificial mostraba "originalidad" y reflejaba la aportación creativa intelectual humana, por lo que se calificó para la protección de derechos de autor.
La decisión del tribunal subraya que una persona desempeñó un papel fundamental en la definición de los parámetros del modelo de IA y en la selección final de las imágenes. Este proceso significaba que el resultado era un producto de sus contribuciones intelectuales, encarnando lo que el tribunal describió como la expresión personalizada del demandante.
Este veredicto contrasta marcadamente con las posiciones de los tribunales occidentales, que generalmente han negado la protección de derechos de autor para obras generadas por IA debido a la falta percibida de autoría humana. Angela Zhang, profesora de derecho en la Universidad de Hong Kong, expresó en X (Twitter) que la sentencia indica la intención de China de adoptar una postura "pro-crecimiento y amigable con los negocios en su regulación de IA". En contra de la noción de que China mantiene un control estricto sobre la IA generativa, Zhang argumenta que las regulaciones iniciales se suavizaron durante el proceso legislativo. Cabe destacar que, poco después de que se implementaran medidas provisionales, el gobierno autorizó a ocho empresas chinas, incluyendo Baidu y SenseTime, a lanzar sus chatbots de IA.
Inversión Intelectual en Imágenes de IA
El caso histórico fue iniciado por el demandante, el Sr. Li, quien utilizó un modelo de IA para crear la imagen de una ‘idol’ japonesa y la compartió en Xiaohongshu, una plataforma de redes sociales similar a Instagram. Surgieron alegaciones de que un blogger había apropiado esta imagen, creando variaciones y publicándolas sin el consentimiento del Sr. Li, lo que lo llevó a presentar una demanda por infracción de derechos de autor.
Al fallar a favor de Li, el Tribunal de Internet de Pekín determinó que las imágenes generadas por IA cumplían con los criterios de "originalidad" e incluían una contribución intelectual humana notable. El tribunal reconoció que la aportación de Li era evidente en el diseño del personaje, la selección de solicitudes y la elección de la imagen final.
El tribunal declaró: “Cuando las personas utilizan modelos de inteligencia artificial para generar imágenes, sigue siendo esencialmente personas utilizando herramientas para crear”. Además, afirmó que las imágenes generadas por inteligencia artificial, que reflejan adecuadamente la inversión intelectual original de una persona, deben ser reconocidas como obras merecedoras de protección de derechos de autor.
Un Cambio en la Ley de Propiedad Intelectual para la IA
Tradicionalmente, las imágenes generadas por IA han enfrentado dificultades para obtener protección de derechos de autor. En Estados Unidos, hubo un breve momento en que se concedió derechos de autor para contenido generado por IA relacionado con un cómic, pero la decisión fue más tarde revocada por la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. En ese caso, la artista Kris Kashtanova conservó la protección de derechos de autor para la narrativa, pero no para las imágenes.
Los tribunales estadounidenses han reafirmado constantemente este punto de vista, rechazando reclamaciones de derechos de autor relacionadas con imágenes generadas por IA. Además, los intentos del demandante Stephan Thaler por obtener protección de patentes para inventos generados por IA fueron rechazados en EE. UU., Reino Unido y Europa. Hasta la fecha, Sudáfrica destaca como el único país que permite que un sistema de IA reciba protección de patentes, aunque sus leyes de patentes carecen de una definición formal de inventor.
Este fallo de China podría marcar el inicio de un nuevo enfoque en los derechos de propiedad intelectual asociados con contenido generado por IA, influyendo potencialmente en discusiones y políticas globales sobre derechos de autor y tecnologías de IA.