Ante una demanda, la mayoría de las empresas tecnológicas suelen negar cualquier irregularidad, buscando justificar sus acciones como legales. Sin embargo, las startups de música AI, Udio y Suno, han tomado un enfoque diferente: admiten abiertamente las prácticas por las que están siendo demandadas.
En junio, Universal Music Group, Warner Music Group y Sony Music Group presentaron demandas contra Udio y Suno, alegando que estas empresas entrenaron sus modelos de IA utilizando materiales protegidos por derechos de autor obtenidos de Internet. En un reciente documento judicial, Suno reconoció que sus redes neuronales efectivamente utilizan contenido protegido, afirmando: "No es un secreto que los decenas de millones de grabaciones que fueron la base del entrenamiento del modelo de Suno incluyen, presumiblemente, grabaciones cuyos derechos son propiedad de los demandantes en este caso". La empresa subrayó que sus datos de entrenamiento abarcan "prácticamente todos los archivos musicales de calidad razonable que están disponibles en Internet," lo que podría incluir millones de copias no autorizadas de canciones.
Suno defiende que este raspado califica como uso justo bajo la ley de derechos de autor. "Es uso justo hacer una copia de una obra protegida como parte de un proceso tecnológico de fondo, invisible para el público, para crear un nuevo producto no infractor," afirma su declaración. La empresa sostiene que, dado que las pistas generadas por IA no incluyen muestras de esas obras, el uso de material protegido para entrenar su modelo de IA es permitido.
En respuesta, la Asociación de la Industria Discográfica de América (RIAA), que inició la demanda, condenó las acciones de los demandados como "evasivas y engañosas." Un portavoz declaró: "Su infracción a escala industrial no califica como ‘uso justo.’ No hay nada justo en robar el trabajo de vida de un artista, extrayendo su valor central y reempaquetándolo para competir directamente con los originales. Los demandados tenían un camino legal hacia el mercado: obtener consentimiento antes de usar su trabajo, como han hecho muchos competidores. Esa competencia desleal está directamente en cuestión en estos casos."