Los fabricantes que no adopten smartphones con inteligencia artificial (IA) podrían convertirse en la próxima "Nokia", según Zhou Hongyi, fundador, presidente y CEO de 360 Company, durante el lanzamiento del OnePlus Ace 3V. En los últimos años, los smartphones de IA han surgido como un tema candente en la industria móvil. OPPO ha anunciado su entrada en la era de los smartphones con IA, Meizu está “totalmente comprometido” con la IA, mientras que Lu Weibing, presidente del Grupo Xiaomi, opina que "los smartphones de IA son solo un truco publicitario". Por lo tanto, no sorprende la decisión de OnePlus de invitar a Zhou, un firme defensor de la IA.
La historia de los teléfonos Nokia es bien conocida. Una vez líder en la era de los teléfonos básicos, su incapacidad para adaptarse a tiempo llevó a su declive en la era de los smartphones, resultado en la adquisición de su negocio móvil por Microsoft y su posterior caída. Zhou Hongyi enfatizó que los smartphones de IA serán tan cruciales en esta era como lo fueron los smartphones durante el auge de Internet móvil. También realizó cuatro afirmaciones clave sobre los modelos de lenguaje grande: representan una verdadera inteligencia, son tecnologías comparables a una revolución industrial, se espera que la inteligencia artificial general (IAG) alcance un punto de inflexión en los próximos 3-5 años, y cada industria y producto serán transformados.
Zhou advirtió que los fabricantes que no desarrollen smartphones de IA corren el riesgo de rezagarse, ya que la integración de grandes modelos y hardware conducirá a una nueva revolución industrial en los próximos cinco años. Aunque la realización de IAG sigue siendo incierta, el auge del contenido generado por IA (AIGC) ya está transformando la operación de diversas industrias.
Los modelos grandes requieren una plataforma para la entrega de servicios. Los modelos de IA existentes, como ChatGPT de OpenAI y Wenxin Yiyan de Baidu, han comenzado a implementar aplicaciones de IA en smartphones. Sin embargo, estas aplicaciones no cumplen completamente con la visión de los fabricantes sobre un "smartphone de IA"; simplemente utilizan los smartphones como herramientas de recuperación de información, ofreciendo poco más que los navegadores tradicionales.
A pesar de reconocer el potencial de los smartphones de IA, Zhou también destacó los numerosos desafíos que enfrentan los modelos grandes en dispositivos móviles. Según informes de Intel, se espera que los futuros PCs de IA vengan de serie con 32GB de memoria, ya que los actuales 16GB son insuficientes para los requerimientos de los grandes modelos. Por ejemplo, el modelo Meta LLaMA-30B, incluso con cuantización de 4 bits, requiere un mínimo de 32GB de memoria para cargarse completamente.
Las capacidades actuales de computación en smartphones, especialmente al ejecutar grandes modelos de IA, aún presentan limitaciones. Aunque Qualcomm y MediaTek han avanzado con aplicaciones móviles para modelos de hasta 7B y 13B en tamaño, estos modelos aún no alcanzan el rendimiento de GPT-4 y otros modelos a gran escala. Ejecutar GPT-4 en un smartphone parece poco probable a corto plazo, a menos que haya un avance significativo en la tecnología de semiconductores.
El reciente lanzamiento de la arquitectura Blackwell de NVIDIA ejemplifica este desafío. A pesar de su notable rendimiento, todavía está limitado por los procesos de fabricación actuales. Por lo tanto, los fabricantes de smartphones enfatizan la importancia de los smartphones de IA porque buscan evitar ser meros portadores de grandes modelos.
El verdadero valor de los smartphones de IA radica en su capacidad para mejorar la experiencia del usuario, en lugar de ser una simple fusión de dispositivos móviles y navegadores. Si los usuarios pueden acceder fácilmente a capacidades de IAG a través de un navegador en el futuro, los smartphones complejos podrían perder su ventaja competitiva. Así, los fabricantes que ignoren la IA corren el riesgo de perder relevancia en el mercado a largo plazo.
En última instancia, el concepto actual de smartphone de IA obliga a la IA a encajarse en un marco móvil, en lugar de permitir que los usuarios reconozcan que los dispositivos de computación móvil inteligentes no tienen por qué estar limitados a los smartphones. Este enfoque podría tener profundas implicaciones para el futuro de los fabricantes móviles.