Después de cinco días tumultuosos, Sam Altman regresa a su puesto como CEO de OpenAI. La empresa lo anunció en X (anteriormente Twitter), informando que se ha establecido un acuerdo en principio que lo reinstala en el cargo, convirtiéndolo en el cuarto CEO de la compañía en solo cinco días. Según informes, como parte de este acuerdo, Altman ha accedido a una investigación interna sobre su conducta.
La agitación en OpenAI también ha afectado a su junta directiva, que ha experimentado cambios significativos. Bret Taylor, ex co-CEO de Salesforce, ha sido nombrado nuevo presidente de la junta. Se unen a la junta el exsecretario del Tesoro de EE. UU., Larry Summers, y Adam D’Angelo, CEO de Quora. Sin embargo, esta reestructuración ha llevado a la salida de Tasha McCauley y la estratega de IA Helen Toner. Ilya Sutskever, científico jefe de OpenAI y figura clave en el golpe inicial, también ha sido destituido. Informes indican que Greg Brockman, presidente de OpenAI y aliado cercano de Altman, había renunciado en solidaridad, pero también está preparado para regresar.
En un comunicado en redes sociales, Altman expresó que “todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión.” Señaló que aceptar una oferta de Microsoft “fue el mejor camino para mí y el equipo” en ese momento. Ahora, con una nueva junta, está ansioso por retomar su papel en OpenAI.
Brockman compartió en X una foto grupal de empleados sonrientes de OpenAI con la leyenda: “Estamos de vuelta.” La cuenta oficial de OpenAI resonó con este sentimiento, afirmando: “OpenAI no es nada sin su gente,” un mantra que ganó relevancia durante la reciente crisis de la organización.
¿Ha terminado finalmente esta saga? Con el regreso de Altman, la situación toma un giro inesperado. A pesar de las repercusiones iniciales y las vagas acusaciones sobre su comportamiento, su regreso refleja la importancia de las innovaciones de OpenAI, incluidos ChatGPT y su revolucionaria serie de modelos de lenguaje GPT. Si hubiera buscado un papel permanente en Microsoft, habría dejado atrás estas contribuciones cruciales.
Después de una semana caótica, OpenAI intenta restaurar la normalidad. Se informa que los empleados están regresando a sus proyectos, incluidos desarrollos previstos como GPT-5 y mejoras adicionales a ChatGPT. Brockman es optimista, afirmando que la empresa “regresará más fuerte y unida que nunca.”
El CEO de Microsoft, Satya Nadella, quien presuntamente estaba descontento con el despido abrupto de Altman, enfatizó la relevancia de los recientes cambios en la junta. Dijo: “Creemos que este es un primer paso esencial hacia una gobernanza más estable, informada y efectiva.” También afirmó que Altman, Brockman y el equipo directivo de OpenAI tienen un papel crucial en guiar a la organización hacia el éxito y la innovación continuos.
Emmett Shear, el CEO interino designado por la junta anterior, expresó su satisfacción por el regreso de Altman, afirmando: “Me alegra haber sido parte de la solución.” A medida que OpenAI navega esta transición desafiante, busca estabilidad y un renovado enfoque en su ambiciosa misión.