En el paisaje en rápida evolución de la inteligencia artificial, los deepfakes realistas han surgido como un fenómeno fascinante pero complejo. Estas impresiones generadas por IA pueden imitar de cerca la apariencia y el comportamiento de personas reales, lo que plantea importantes preguntas éticas y sociales. A medida que la tecnología avanza, es fundamental comprender las implicaciones de la creación y el uso de deepfakes en nuestro entorno digital.