Al hablar de interfaces cerebro-computadora, Neuralink de Elon Musk no es el único actor clave. Clinatec presentó su innovadora investigación durante el evento CES Unveiled en CES 2024. Esta organización de investigación multidisciplinaria se enfoca en el tratamiento de enfermedades neurológicas y la restauración de funciones motoras en personas afectadas por lesiones cerebrales o medulares.
Ubicada en el Polygone Scientifique de Grenoble, Francia, Clinatec combina la experiencia de biólogos, especialistas en nanotecnología y otros profesionales. Fue fundada por la división de investigación del CEA de Francia, Inserm y la Université Grenoble Alpes.
Clinatec ha desarrollado un implante cerebral no invasivo que se coloca sobre la superficie del cerebro para restaurar la comunicación eléctrica en áreas dañadas. Según Abdelmadjid Hihi, director adjunto de asuntos científicos y asociaciones de Clinatec, “hemos estado trabajando en tecnología de implantes cerebrales para utilizar la actividad cerebral que señala la intención de movimiento, ayudando a quienes tienen discapacidades motrices severas.”
Para las personas con lesiones en la médula espinal, Clinatec registra la actividad cerebral utilizando un sistema biocompatible equipado con electrodos que transmiten señales desde el cerebro. Estas señales son decodificadas en tiempo real por algoritmos de aprendizaje automático. “Esta información se traduce en comandos para máquinas que pueden ayudar a las personas a caminar, agarrar u oír nuevamente,” explicó Hihi. “Inicialmente probamos este sistema con víctimas de accidentes.”
En una demostración, un video mostró a un hombre herido dando pasos con un exoesqueleto, impulsado por señales que estimulaban tanto su cerebro como sus músculos. Clinatec ha trabajado con éxito con parapléjicos, proporcionando estimulación muscular para restaurar funciones.
El equipo ha estado avanzando en esta tecnología durante más de diez años, con el primer paciente recibiendo un implante hace más de seis años. Las subvenciones del gobierno francés respaldan la investigación, y Hihi expresó interés en colaborar con sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares para su rehabilitación.
Los materiales biocompatibles del implante son rigurosamente probados antes de la implantación. En lugar de penetrar en el tejido cerebral, reposa sobre la superficie, minimizando la inflamación y fibrosis, un concepto que recuerda los temas explorados en el cuento de ciencia ficción de William Gibson, "Johnny Mnemonic."